Todo se acaba y todo llega,
incluso el
fin del mundo. Cualquier estudiante lo sabe: en algún momento morirá
el Sol y dejará de existir el Sistema Solar tal y como lo conocemos. Los científicos incluso han calculado cuándo
llegará el fin del mundo: por astrofísica elemental, dentro de 7.590 millones de años. Incluso el
Universo se acabará en algún momento. Pero cuando después de estudiar el Sistema Solar llegan los niños asustados a casa por la evidencia física del final, siempre les tranquilizamos: eso es
un problema de los humanos de un futuro muy muy lejano. El problema no es ese. El problema es que para entonces los humanos llevaremos miles de años extintos. Y lo dice, de nuevo, la ciencia.
Seamos optimistas y olvidemos
por un momento el cambio climático o una posible Tercera
Guerra Mundial como la de la novela de Ken Follet. Olvidemos momentáneamente los problemas sociales concretos que nos agobian. Aún así, la ciencia evolutiva nos condena a extinguirnos, y
pronto. Así que ve preparando tu lista de 10
lugares que visitar antes de que esto acabe, y coge tu kit
de supervivencia ante el apocalipsis. Solo hay que ver las señales.
En un artículo reciente de en
la Scientif American, el paleontólogo, biólogo evolutivo y editor de la revista Nature, Henry Gee, ha tratado de explicar la cercana extinción humana. “Las señales ya están ahí
para quien quiera verlas”, dice Gee, “La pregunta es ¿qué tan rápido?”.
Henry Gee ha estado todo este
tiempo estudiando cómo empezó y evolucionó la vida en la Tierra. En su último libro, Una (Muy) breve historia de la vida en la
Tierra relata el proceso desde su origen hasta su final. Porque la vida continuará incluso cuando la humanidad desaparezca. Al final, llegará un momento posthumano en el que toda la vida
del planeta se fusionará en un único superorganismo que abarque toda la Tierra, y aún así fracasará. Para entonces la humanidad hará muchos años que se habrá extinguido.
Son muchas las señales
científicas de una próxima extinción humana: la falta de variación genética, el desplome de las tasas de natalidad, la contaminación y el estrés de la vida en las ciudades superpobladas, el
estancamiento de la productividad… pero todas se reducen a una cuestión evolutiva esencial. Nuestro hábitat está cambiando rápidamente y no disponemos de herramientas genéticas como especie para
hacerle frente.
Sucede que el Homo Sapiens ha
crecido mucho en población desde un grupo muy pequeño, y esta hazaña tiene sus consecuencias. “Hay más variación genética en unos pocos grupos de chimpancés salvajes que en toda la población humana”,
nos señala Gee. “Y la falta de variación genética nunca es buena”. Sin ella, es más difícil adaptarse al cambio.
Es más, en las últimas décadas
la calidad de los espermatozoides humanos ha disminuido enormemente, tal vez por la contaminación aunque no se sabe por certeza. Otra señal indudable del fin.
El asunto de la extinción humana es, para Gee, una ley científica. Un
destino. La llamada, “deuda de extinción”, a saber:
La amenaza más insidiosa para la humanidad es algo llamado 'deuda de extinción. Llega un momento en el progreso de cualquier especie, incluso de las que parecen prosperar, en que la extinción será
inevitable, sin importar lo que puedan hacer para evitarla.
“La causa de extinción suele ser
una reacción tardía a la pérdida del hábitat”, continúa Gee, y las especies que corren más riesgo son las que, como la nuestra, “dominan determinadas parcelas de hábitat a expensas de otras”, que
tienden a diversificarse en entornos diferentes mejorando su adaptabilidad.
Cuando el hábitat se degrada de tal manera que hay menos recursos para todos; cuando la fertilidad comienza a declinar; cuando la tasa de natalidad desciende por debajo de la tasa de mortalidad; y
cuando los recursos genéticos son limitados, el único camino es hacia abajo. La pregunta es "¿Cómo de rápido?"
Según los cálculos de la
comunidad científica que comenta Gee, el consenso general es que el aumento población -actualmente viven más del doble de personas en la Tierra que en 1968- alcanzará su punto máximo a mediados del
siglo XXI. Entonces comenzará a caer drásticamente. Incluso si no sucediera ningún desastre antes, “en 2100 el tamaño de la población podría ser inferior al actual”. A partir de aquí Gee sospecha que
la población no sólo va a contraerse, sino a colapsar.
“El Homo Sapiens podría ser ya una especie muerta que
camina”.
Ya que nos hemos puesto
apocalípticos, vamos por lo menos a facilitarte un poco las cosas en el caso de que esto se ponga feo de verdad. Hazte con un kit de supervivencia en caso de desastre, queremos pensar que no lo vas a
necesitar, pero nunca se sabe...
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En nuestra opinión, la raza humana se extinguirá por culpa de su locura en prevalecer sobre todos los demás seres vivientes. El camino
hacia abajo ya ha comenzado. Cuando llegará el fin no se sabe con certeza. Lo que está claro es que el mundo ha sido desde sus comienzos un lugar cada vez menos habitable para los seres humanos. Hay
una fatalidad que nos acompaña siempre: queremos la paz pero seguimos haciendo la guerra, no solamente contra nosotros mismos, sino contra todo ser vivo. Así las cosas, nada tiene de extraño que esto
se tiene que acabar algún día.
JUDICIAL La Audiencia Nacional abre una investigación para esclarecer las causas de la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente El naturalista y su equipo del programa de TVE tuvieron un accidente en
Alaska con una avioneta y nunca se investigaron las causas. El juez José de la Mata se encarga del caso
La Audiencia Nacional ha abierto una investigación para esclarecer las causas de la
muerte por un accidente aéreo del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente y otras dos personas de
su equipo de TVE. En el Juzgado de instrucción número 5, el juez José
de la Mata, ve indicios de delitos en el fallecimiento de estos tres españoles en Alaska en 1980, después de que un particular haya
interpuesto una denuncia.
El juez de la Mata
ha pedido a la Fiscalía que investigue los hechos, en un auto al que ha tenido acceso Confidencial Digital, que hacen “presumir la posible existencia de una infracción penal”.
En la denuncia,
interpuesta en la Audiencia Nacional por ser el órgano competente para juzgar delitos cometidos fuera del territorio nacional, se
habla de que ha existido una “ley del silencio sobre el siniestro” en TVE, que no ha publicado el contenido de las grabaciones de
aquel 14 de mayo de hace 40 años.
Ese día, Félix
Rodríguez de la Fuente, dos cámaras de equipo (Teodoro Roa García y Alberto Mariano Huéscar), y el piloto de la avioneta, Warren Doodson, tuvieron un accidente en Unalakleet mientrasfilmaban una carrera de trineos de perros para el programa “El hombre y la tierra” de la televisión pública.
En la denuncia se
especifican dos teorías: la de un posible suicidio del
naturalista o la de un asesinato.Para esclarecer las causas de este accidente aéreo se pide citar a declarar a personas del entorno de
Rodríguez de la Fuente como Santiago Paláez,director del programa “625 líneas” de TVE ese año;Miguel Molina, cámara del programa; Carlos Llandres, naturalista del programa
o Benigno Varillas, biógrafo del fallecido.
Por su parte, la
familia de Rodríguez de la Fuente no quiere involucrarse en este asunto. "Para nosotros lo importante es la vida de mi padre y todo lo que
pueda haber detrás de su muerte no nos interesaabsolutamente nada", dice Odile Rodríguez de la Fuente, hija del naturalista, a ECD.
El germen: un programa de Cuarto Milenio
Gran parte del
escrito está argumentado en un programa de Cuarto Mileno, emitido en septiembre de 2015, bajo el título “Félix, el último héroe”. En
dicho capítulo se ponía en entredicho que el accidente que sufrió de la Fuente y sus acompañantes fuera por causas fortuitas.
El día del incidente
era el 52 cumpleaños del naturalista y era un día “de perfecta
visibilidad y sin incidencia meteorológica”. Según declara el fotógrafo del equipo Rafael Onieva, antes de subirse al
avión Félix Rodríguez de la Fuente le pidió que le hiciera una foto con todos los miembros del equipo delante de la avioneta.
Algo que nunca había ocurrido.
La teoría del suicidio
El día del accidente
el naturalista dijo a sus colaboradores Onieva y Miguel Molina, por separado, que ese era un “lugar maravilloso para
morir". Siempre según sus declaraciones en el programa.
También, Alfredo Álvarez, periodista de Interviúmanifiesta que Rodríguez de la Fuente tenía alguna “premonición” antes de partir a
Alaska porque logró que TVE firmara un contrato que garantizaba que si le pasaba algo, no quedaban desamparadas su mujer y sus
tres hijas.
Ignacio Rubio,
piloto, consultor y experto en siniestros aéreos, y Fernando Cámara, piloto de combate comandante del ejército del aire, tras analizar las posibles causas del siniestro en el programa de TV, llegan
a la conclusión de que pudo ser un problema súbito del piloto. Barajan la posibilidad de que fuera golpeado o que alguno de los pasajeros pudiera hacerse cargo del pilotaje.
La “ley del silencio” de TVE
El cámara, Teodoro
Roa, estaba grabando cuando se produjo el siniestro. Esos chasis (cajas metálicas de grabaciones) se entregaron, conforme
estaban, a TVE. Según Santiago Peláez Pérez -director del programa “625 líneas” de TVE- todos los utensilios, cámaras y el material está almacenado en los sótanos de Prado del Rey de la corporación
pública,pero nunca se han emitido. Miguel Molina, cámara, por otro lado dice que todas las cintas“desaparecieron”.
Carlos Llandres,
otro trabajador del programa, manifiesta que veinticuatro horas después de la muerte de Rodríguez de la Fuente, del despacho de éste
desaparecieron archivos y documentos, lo que le pareció extraño.
El escrito presentado ante la Audiencia Nacionaldice “es muy llamativo que alguien que era el director del programa, no sepa cómo desaparecieron las
cintas, no dé ninguna explicación de qué se veía en las mismas, por qué no se hicieron públicas”.
La teoría del asesinato
Se insinúa también
en este programa de Cuatro que el naturalista tenía algunos detractores, según su biógrafo Benigno Varillas. “Encontré facetas de Félix que
podían haber sido molestas, que podrían haber generado algún conflicto y por qué no podría ser que el hombre hubiera sufrido un atentado o un accidente provocado”.
Explica Varillas que
decidió presentarse Presidente del Gobierno pero que desde la UCD, José Antonio Fernández Ordóñez hermano del político que estaba con Adolfo Suárez en el partido, le dijo que no podía aspirar a las
elecciones. Fernández Ordoñez y Rodríguez de la Fuente fueron juntos a RNE a desmentir que fuera candidato para la
presidencia.
Además, el escrito cita una información del diario El País, que en 19 de marzo de 1980 hablaba de la llegada de los restos mortales al aeropuerto de barajas. El ministro de Agricultura, Jaime Lamo de
Espinosa, unas manifestaciones que
hacía al periódico “ Ha tenido la muerte que él hubiera querido. Siempre me dijo que quería morir rápidamente, pero yo creo que se ha adelantado un
poquito”.
De vez en cuando en la historia de la humanidad, aparece alguien que advierte al mundo de los daños causados por el hombre al medio ambiente.
Félix Rodríguez de la Fuente se anticipó con sus ideas, hace más de 30 años, a lo que ahora estamos constatando: el calentamiento global, pero también la
paulatina destrucción de la vida en la Tierra. Pero casi nadie le escuchó.
La semana del 9 de diciembre de 2019, última de la cumbre sobre el clima (COP 25), pasará a la historia como un desesperado y lastimero intento de encontrar algún
compromiso para revertir la desastrosa situación de la naturaleza mundial. Y ahora nos veremos “todos” involucrados.
Hasta ahora ha habido muchas cumbres sobre el cambio climático. ¿Cómo sabremos que ésta no es sino una más?
En apenas 4 décadas hemos acabado con el 60 por ciento de las especies del planeta. La contaminación ha llegado a tal punto, que en china es frecuente ver a la gente
en las ciudades con mascarilla. Siete millones y medio de personas mueren prematuramente al año por dicha causa. Los corales casi han desaparecido y los fondos de los océanos están llenos de
plásticos, que pasan a la cadena alimenticia a través del pescado que comemos. Sí, comemos plástico, además de mercurio y otros metales pesados. Pero no nos matan inmediatamente; el efecto es a largo
plazo. Quizá por esta razón, los políticos responsables de este lento envenenamiento no toman ninguna medida preventiva.
Ahora parece que al fin hemos despertado de esta pesadilla largamente anunciada. A los jóvenes, que tantas veces les decimos que el futuro es suyo, si no tomamos
medidas urgentes y drásticas, sólo les dejaremos miseria y enfermedades. Y el tiempo apremia. Pero los máximos dirigentes del planeta ni siquiera quieren admitir el cambio climático. Esto es un mal
presagio. Ha sido necesario que hasta los niños –que en realidad nada pueden hacer- tengan que derramar lágrimas para que cambien las cosas.
Hace más de 30 años, Félix Rodríguez de la Fuente dijo: “El reto más grande que el hombre tiene ante sí es la conservación de la naturaleza. Necesitamos agua limpia
para beber y aire para respirar. No somos ovnis. El día que el hombre acabe con la naturaleza que nos sustenta, acabará también consigo mismo”
Unas 270 hectáreas de tierra fueron devastadas por la rotura de una presa de una gigantesca mina de hierro de la compañía brasileña Vale en Brumadinho, al sureste de Brasil, tragedia que ya suma 99
muertos y 259 desaparecidos, según informó este jueves el Gobierno brasileño.
Rotura de la presa
De acuerdo con el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama), el alud de lodo devastó 133,27 hectáreas de bosques, 70,65 hectáreas de áreas de Protección
Permanente ubicadas a lo largo de los cursos de agua que fueron afectados y 65,92 hectáreas de otras categorías de terrenos como pastos o cultivos.
La rotura de la presa, de la que el viernes se cumple una semana, dio origen a una ola de residuos minerales que se esparcieron por un
extenso área rural, sepultaron cultivos, bosques y cursos de ríos, y que amenazan con llegar al Sao Francisco, uno de los principales ríos de Brasil.
Según el Ibama, los datos preliminares obtenidos por imágenes de satélite indican que la rotura de la presa de la compañía minera Vale causó la destrucción de al menos 269,84 hectáreas en la
región.
No obstante, el área devastada puede ser superior porque, de acuerdo con el Instituto,
la zona afectada por los residuos en las márgenes del río Paraopeba no ha sido estimada hasta el momento debido a las nubes que dificultan las imágenes satelitales.
El estudio comparó las imágenes de satélite obtenidas dos días después de la tragedia con imágenes de 3 y 7 días antes de la catástrofe.
Bosque Atlántico de Brasil
Esta semana, el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), que también está monitoreando los daños en la región, señaló que el área afectada en el primer día de la tragedia es de
formación forestal del Bosque Atlántico, uno de los principales ecosistemas de Brasil.
Eso significa que el vertido dejó desconectados o aislados bosques interdependientes por lo que “la pérdida forestal, las especies amenazadas y los impactos ambientales serán sentidos por años”,
según la organización ambiental.
La nueva tragedia, sin embargo, no tendrá un impacto ambiental tan elevado como la provocada hace tres años por la ruptura de otra represa minera en Mariana, también en el estado de Minas Gerais, que
provocó la muerte de 19 personas y el considerado mayor desastre medioambiental en la historia de Brasil.
La ruptura entonces de una represa de Samarco, una minera en la que Vale tiene el 50 %, generó una ola de siete millones de metros cúbicos de residuos minerales (níquel, sílice y hierro), mezclada
con otros 55 millones de metros cúbicos de agua, que se expandió por varios valles y ríos.
La
catástrofe provocó daños incalculables a lo largo de 650 kilómetros en la cuenca del río Doce. EFEverde
110 personas han muerto ya en esta tragedia, que además de humana es medioambiental. Como podemos ver por las imágenes, Brasil no es precisamente un ejemplo en el cuidado
del medio ambiente, y a nosotros nos ha venido a la memoria la tragedia de Aznalcollar. Los culpables son siempre los mismos: las multinacionales sin escrúpulos. Brasil ya había sido advertido por
otro caso aún más grave. Es una vergüenza para nuestro planeta que tragedias así se repitan con demasiada frecuencia. Quienes poseen la mayor biodiversidad del planeta son también los que más
destruyen el medio. Un ejemplo es la enorme deforestación del Amazonas, con la muerte de sus tribus más emblemáticas.
(Sergio Reinaldo -NATURALEZA Y DEMOCRACIA-, 2-2-19)
A pesar de las últimas manifestaciones por una urgente necesidad de salvar el planeta, alguien parece estar interesado en hacer callar la
voz de una persona que hace más de 30 años preconizó lo que está pasando hoy. Me refiero a Félix Rodriguez de la Fuente.
En dos ocasiones he insertado en esta sección muchos vídeos de EL HOMBRE Y LA TIERRA, con el fin de divulgar su filosofía -una filosofía
de vida-, pero alguien que parece odiar la vida en la tierra me los ha anulado, aduciendo "este vídeo es privado". Para mi esto resulta intolerable. Yo no hago negocios con mi página, sino difundir
ideas. Quienes entorpecen la divulgación de estos vídeos no tienen vergüenza ni la mínima sensibilidad con los problemas del planeta, por muy "privados" que pretendan ser sus vídeos. De todos modos,
tengan la seguridad que seguiré divulgando las ideas del gran maestro.
(Sergio Reinaldo -NATURALEZA Y DEMOCRACIA-, 5-10-19)
VÍDEOS:
Entrevista a Félix.
Somos la
última generación que puede salvar al planeta
Escrito por CNN en Español - Foto por Nicolas Prieto / Unsplash
Las poblaciones mundiales de vida
silvestre han disminuido en un 60% en poco más de cuatro décadas, ya que la aceleración de la contaminación, la deforestación, el cambio climático y otros factores provocados por el hombre han creado
una crisis “alucinante”, advirtió el Fondo Mundial para la Vida Silvestre en un nuevo informe.
Las cantidades de más de 4,000 especies de
mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios disminuyó rápidamente entre 1970 y 2014, según el Informe Planeta Vivo 2018.
Las tasas actuales de extinción de
especies son ahora hasta 1,000 veces más altas que antes de que la participación humana en los ecosistemas animales se convirtiera en un factor.
La proporción de la tierra del planeta que
está libre de impacto humano se proyecta a caer de una cuarta parte a una décima para el 2050, a medida que la eliminación del hábitat, la caza, la contaminación, las enfermedades y el cambio
climático continúen extendiéndose, agregó la organización.
MÁS CONTROL, MÁS CUIDADO
El grupo ha pedido que se elabore un
tratado internacional, basado en el Acuerdo de París, para proteger la vida silvestre y revertir los impactos
humanos sobre la naturaleza.
Advirtió que los esfuerzos actuales para
proteger el mundo natural no están al día con la velocidad de la destrucción hecha por el hombre.
La crisis es “sin precedentes en su velocidad,
en su escala y porque es única”, dijo Marco Lambertini, director general de WWF. “Es alucinante … estamos hablando de 40 años. Ni siquiera es un abrir y cerrar de ojos en comparación con la historia
de la vida en la Tierra”.
“Ahora que tenemos el poder de controlar e
incluso dañar la naturaleza, continuamos (usándola) como si fuéramos cazadores y recolectores de hace 20,000 años, con la tecnología del siglo 21”, agregó. “Todavía estamos dando por sentado la
naturaleza, y tiene que parar”.
La directora ejecutiva de WWF Reino Unido, Tanya Steele, agregó en
una declaración: “Somos la primera generación en saber que estamos destruyendo nuestro planeta y la última que puede hacer algo al respecto”.
El informe también encontró que el 90% de
las aves marinas tienen plásticos en sus estómagos, en comparación con el 5% en 1960, mientras que aproximadamente la mitad de los corales de aguas poco profundas del mundo se han perdido en las
últimas tres décadas.
La vida animal se redujo más rápidamente
en las zonas tropicales de América Latina y el Caribe, con una caída del 89% en las poblaciones desde 1970, mientras que las especies que dependen de hábitats de agua dulce, como las ranas y los
peces de río, disminuyeron en la población en un 83%
MÉTODOS DE DESTRUCCIÓN
El informe describe las diversas formas en
que las actividades humanas han provocado pérdidas en las poblaciones animales. Las especies destacadas incluyen
elefantes africanos, que disminuyeron en número en Tanzania en un 60% en solo cinco años entre 2009 y 2014, principalmente debido a la caza furtiva de marfil.
La deforestación en Borneo, diseñada para
dar paso a las plantaciones de madera y aceite de palma, llevó a la pérdida de 100,000 orangutanes entre 1999 y 2015, según el informe.
Y se espera que la cantidad de osos
polares disminuya en un 30% para 2050, ya que el calentamiento global hace que el hielo ártico se derrita, haciendo que sus hábitats sean cada vez más precarios.
La vida silvestre no solo es “agradable de
tener”, dijo el informe, advirtiendo que la salud humana, los suministros de alimentos y medicinas, así como la estabilidad financiera global, se ven perjudicados por la disminución de la vida
silvestre y la naturaleza.
Según el informe, el bienestar de hasta
3,000 millones de personas que dependen de la vida silvestre para comer y trabajar se ha reducido debido a la degradación de la tierra, y los servicios que dependen de la naturaleza valen alrededor
de $125 billones en todo el mundo.
“El colapso de las poblaciones de vida
silvestre en el último medio siglo es una medida alarmante del impacto de la humanidad en nuestro planeta”, dijo John Sauven, director ejecutivo de Greenpeace Reino Unido, en respuesta al informe, y se unió
a WWF para pedir “acciones urgentes de los líderes del mundo”.
“Desde el declive de los orangutanes debido a la deforestación del aceite de palma hasta el impacto ruinoso del cambio
climático en los hábitats del Ártico y la contaminación plástica que destruye la vida marina, no podemos continuar con los negocios como de costumbre”, agregó.
(www.futuroverde.org)
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LA TIERRA Y EL HOMBRE
Han pasado 37 años de la trágica muerte de Félix Rodríguez de la Fuente en la inmensa y fría Alaska. La
Tierra que tanto amó acabó por llevárselo para siempre, como nos ocurrirá al final a todos. ¿Pero sirvió realmente para algo su sacrificio?
Desde hace ya mucho tiempo se viene practicando por parte de los gobiernos mundiales un auténtico terrorismo medioambiental. Han sido muchas las voces, como la de
Félix, que se han alzado con toda su vehemencia en contra de la destrucción de nuestra Madre Tierra, pero el hombre sigue su inexorable camino hacia su fatal desenlace.
Algunos ejemplos de lo que está pasando: hemos multiplicado por 100 el ritmo de extinción de todas las especies conocidas, con lo cual más de cien especies desaparecen
diariamente sobre la faz de la tierra; los bosques han sido reducidos a la mitad de lo que eran hace 500 años; los mares han sido esquilmados en muchas de las especies de consumo humano (los
japoneses son un buen ejemplo); los 10 ríos más importantes de la tierra están contaminados, y qué no diríamos de los de menor importancia (¿cuántas personas tienen en su entorno verdaderas
cloacas?); el aire que respiramos, sobre todo en las grandes ciudades, es la causa de más de 10.000 muertes al año, como ocurre, por poner un ejemplo en Barcelona o Madrid.
Si analizamos el triste panorama que el hombre ha provocado sobre la Tierra, las conclusiones tienen que ser forzosamente pesimistas. ¿Por qué se ha llegado a tal
extremo? Creo que casi todo el mundo lo sabe, pero nadie hace nada por remediar el problema, y a la cabeza de los responsables de tal situación están los políticos, los cazadores de animales sin
escrúpulos y también los cazadores de fortunas, los capitalistas salvajes, los constructores, los armadores de barcos piratas, los comerciantes de armas, los banqueros estigmatizados por el poder y
los falsos medioambientalistas-ecologistas. Pero sobre todos los demás van a la cabeza quienes predican un falso desarrollo social y económico sin tener en cuenta el daño que infieren a nuestra
Madre Tierra. Está claro que no hay recursos para todos, y esta es en parte la razón de que muchos gobiernos se dedican a la rapiña, hundiendo cada vez más en la miseria a la mayoría de la población
mundial.
La situación referida anteriormente seguirá empeorando, a no ser que finalmente ocurra un milagro: que se efectúe entre la población mundial un reparto efectivo de la
riqueza. Todos sabemos que esto es tan sólo una utopía, y que el hombre prefiere seguir engañándose a sí mismo con falsas promesas que jamás solucionarán el problema global.
Pero quizá poca gente se habrá dado cuenta de que las generaciones futuras puede que tengan que partir de cero, pues con el ritmo de devastación que estamos llevando,
es falso creer que les vamos a dejar algo que de verdad merezca la pena. Y no será para ellas ningún consuelo pensar que fue inevitable. Y todo ello siempre y cuando para entonces no hayamos
desaparecido todos de este Planeta Azul, que se irá volviendo cada vez más gris-ocre.
Hay razones para creer que estamos en el camino de no retorno. Hemos estado demasiado tiempo devastando el planeta. ¿Por qué creer que esto tiene solución? Hasta ahora
el hombre ha salido más o menos bien de las grandes catástrofes que afectaban a su morada, la Tierra, puesto que aún no había modificado gravemente el equilibrio natural, pero a partir de ahora será
muy diferente. Casi nadie tiene conciencia de lo que significará realmente el cambio climático; además, hay gente que ni siquiera se lo cree. Nadie esperaba en Pompeya una erupción del Vesubio, pero
llegó el día... El ser humano vive demasiado preocupado por conseguir riquezas materiales y no toma en serio estos temas. Y menos aún se preocupan quienes nada tienen, que como ya he apuntado, son
mayoría en el mundo.
Termino citando de nuevo a nuestro más relevante visionario, Félix Rodríguez de la Fuente: “El reto más importante que tiene el hombre ante sí en el futuro, no es ya si
va a poder seguir sacando petróleo para poder vivir mejor, sino la conservación de la NATURALEZA, pues el día que hayamos destruido nuestra casa común, nos habremos destruido a nosotros mismos”
Pero en estos 37 años que han pasado desde su muerte, el hombre ha seguido destruyendo más que creando, contaminando ríos, lagos y mares,
antes que limpiándolos, contaminando el aire que respiramos, en lugar de limpiarlo, etc., etc. Así las cosas, ¿cómo no vamos a ser pesimistas?
(Sergio Reinaldo - NATURALEZA Y DEMOCRACIA-22-10-17)
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ODILE RODRÍGUEZ DE LA FUENTE
La mujer que quiere unir al hombre y la Tierra
Tras el cierre de su fundación, la hija más pequeña de Félix Rodríguez de la Fuente emprende el camino de la divulgación ambiental
Odile Rodríguez de la Fuente, fotografiada en su casa de Guadalajara, nos habla de su padre, un carismático defensor de la naturaleza (Dani Duch)
Odile Rodríguez de la Fuente tenía solo siete años cuando murió su padre, el famoso naturalista y realizador de documentales Félix Rodríguez de la Fuente, fallecido hace 37 años (el 14 de marzo de 1980, en Alaska), y cuya exitosa
serie El hombre y la Tierra (1974-1980) inoculó el interés hacia
la naturaleza en varias generaciones de españoles. Aquel fallecimiento fue muy doloroso, pero también lo
esta siendo para ella el cierre de la fundación que ella misma impulsó para apoyar y difundir los proyectos de conservación que encajaban con
la filosofía de su progenitor.
Sin embargo, la fundación, que llegó a tener más de 20 empleados, se encuentra en concurso de acreedores, al no poder hacer frente a los pagos de su deuda, contraída con el Ministerio de Industria.
Fuertemente dependiente de las subvenciones, al no generar beneficios ha tenido que poner punto y final a las tareas que venía realizando.
Su vida a partir de ahora, necesariamente, va a dar un gran giro. “Quiero tomarme un tiempo antes de volcarme en nuevos proyectos”. Quiere dejar atrás la gestión y dedicarse a la divulgación
ambiental y científica, una actividad que ahora, en su opinión, “brilla por su ausencia” en España. No hace mucho encontró una portada de la desaparecida revista Garbo, en la que aparecía en brazos
de su padre y donde se leía en un gran titular: “Mi hija pequeña seguirá mis pasos”. El anuncio periodístico de su padre fue premonitorio, pues su progenitor ha sido el norte y la referencia que la
ha guiado en todo momento. “Ahora sigo yo sus pasos”, dice.
“Ahora quiero podar y sembrar”, dice metafóricamente para referirse a la necesidad de iniciar una nueva fase de su vida. Necesita una “descompresión y recuperar el rumbo”, convencida de que
definitivamente en el horizonte le espera un futuro en el que, según prevé, se dedicará a la divulgación ambiental, ya sea en radio o televisión, algo con lo que podrá simultanear con otras
actividades, como su dedicación en la junta directiva de WWF en España y a la colaboración con otras organizaciones conservacionistas. En el pasado, siempre aparece la imagen protectora de su padre,
y en el futuro espera dejar también huella, con aquel mismo afán de protección hacia la naturaleza.
Formación no le falta. Odile Rodríguez de la Fuente es una mujer enormemente preparada, con una admirable capacidad de comunicación y para decir las palabras exactas; también en estas dotes recuerda
a su padre, que le dio la oportunidad de estudiar en el extranjero y completar dos carreras en Estados Unidos (Ciencias Biológicas y realizadora de cine y televisión).
Su gran capital sigue siendo ese motor de recuerdos intensos y de conocimiento que dejó su padre, al que rememora en su casa cerca de Guadalajara, donde vive con su esposo y sus dos hijos. “Son
recuerdos nada intelectuales. Son de olores y sabores. Tengo la imagen de mi padre como una fuerza de la naturaleza, la de una persona profundamente vital, que se comportaba como un niño; jugábamos,
nos revolcábamos en el suelo y me decía que jugáramos pero que no se enfadara la madre”. La besaba, la abrazaba, la arrojaba por el aire. “Él era la imagen de la masculinidad, la fuerza de alguien
que te protege”, explica.
La más pequeña de las tres hijas de Félix Rodríguez de la Fuente aprendió que era necesario cerrar esa brecha entre el hombre y la naturaleza. “El deterioro ambiental es el síntoma de ese divorcio
con el entorno”, explica con convicción. Por eso se define como una “enamorada de la vida, defensora de esa convivencia armónica” con ella, convencida de que “nuestra auténtica identidad no es otra
que la de naturaleza pensante”. Para ella, la búsqueda de ese vínculo entre el hombre y la Tierra es también la “reivindicación de una sociedad justa, sostenible y libre”, lo cual son derechos
universales que “no pueden adscribirse a movimientos, grupos o políticas”.
Tras cerrar la fundación, a Odile le queda más un sentimiento de liberación que de tristeza o fracaso; aún debe digerir esa etapa pero tiene ya muy claro que España debe apoyar más a las entidades
altruistas y filantrópicas dedicadas a la conservación de la naturaleza así como los proyectos innovadores, como ha visto en otros países. Está agradecida a las muestras de cariño hacia su persona, y
está convencida de que debe reflexionar; por ejemplo, sobre la falsa imagen de persona adinerada. “A menudo la gente y las instituciones han creído que nuestra fundación era una institución
patrimonial cuando en realidad hemos funcionado como la mayoría de las oenegés de medio ambiente, es decir de fondos públicos y privados que hemos logrado recaudar para hacer proyectos”.
(www.lavanguardia.com/natural)
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Cuanta razón tiene Odile cuando se queja de la falta de apoyo a los proyectos e iniciativas filantrópicas en España, a diferencia de otros países de la UE. Es una vergüenza. Con el dinero
público que nos roban los corruptos se podrían hacer infinidad de proyectos en pro de de la mejora del medio ambiente, de la mejora de la vida de los animales, etc.
Ciertamente, Odile está muy preparada y por sus venas corre la sangre de su padre. Quizá sólo hace falta que alguien le eche una mano desinteresadamente, por amor a la naturaleza, como empezó
él. Esperamos con emoción ver en TVE algún documental con su firma, pues seguro que estará impregnado de la emoción y sabiduría heredada del gran maestro.
(Sergio Reinaldo -NATURALEZA Y DEMOCRACIA-,23-10-17)
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PARA SABER MÁS SOBRE FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE, BUSQUE EN FACEBOOK:
FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE.
Se cumplen 37 años de la muerte de Félix Rodríguez de la
Fuente.El 14 de marzo de 1980, se apagaba la vida de la persona más influyente de aquella época en España de forma prematura.
Mientras hacía lo que más quería en Alaska, la avioneta donde viajaba se precipitó al suelo, helando el corazón de los españoles a la mañana siguiente, que no podían contener las lágrimas ante el
trágico suceso.
Sin embargo, un halo de misterio cubre el accidente que negó la vida a "nuestro amigo Félix". Nada más pisar el suelo de
Alaska, dijo a su equipo de grabación algo así como "¿No es un bonito lugar para morir?". La frase fue acompañada con una foto de todos los compañeros que
nunca habían realizado, como si de una despedida se tratara.
Parece que Félix Rodríguez de la Fuente tenía un presentimiento, una especie de premonición que acabó por
cumplirse.
La duda salta cuando se vislumbra la importancia de la pieza clave de El Hombre y la tierra en la sociedad
española. Prácticamente él solo paró la extinción del lobo ibérico y su compromiso con la Naturaleza ponía nervioso a más de uno. Los partidos políticos se rifaban su
militancia para conseguir más votos. De hecho, si Félix Rodríguez de la Fuente se hubiera presentado a unas elecciones generales, hubiera ganado con amplia
ventaja.
Muchos misterios rodean a aquel fatídico día en el que se arrebató la vida de un auténtico héroe y que salen a relucir cada aniversario de su muerte. Félix Rodríguez
de la Fuente no era un común de los mortales. Algo en él hacía que todos los españoles se sorprendieran y más aún los niños y los jóvenes. Podría ser su don de la comunicación o
su mensaje a transmitir dictado directamente desde el corazón.
Nadie como él sabía representar el sentir de la Naturaleza, el latir de Gaia.
Concienció a los españoles, hizo soñar a los niños y abrir la mente a los mayores. Hizo que se comprendiera que la
Naturaleza no es algo que despreciar, y mucho menos a los seres que viven en ella. Félix no es alguien al que hay que recordar porque sí. Era como un ángel venido de no se sabe bien
dónde para cambiar el mundo con mensajes emitidos directamente por el alma; un ser de luz que quería reconducir la relación entre el Hombre y la
Tierra.#Televisión#Telecinco#Blasting News España
Jamás se podrá saber la verdad. Enemigos no le faltaban: los que querían que las rapaces siguieran siendo alimañas que deberían ser destruidas, que los
lobos debían ser exterminados en un país civilizado, que la caza debería incrementarse en un país que es un paraíso cinegético y que movía y mueve millones de euros, que las tradiciones salvajes de
este país se tenían que mantener a toda costa. Lo que predicaba este nuevo profeta, para muchos criminales de la NATURALEZA y de sus seres vivos le sonaba extraño y tal vez era necesario
crucificarlo... y lo hicieron... también después de muerto.
Sergio Reinaldo - NATURALEZA Y DEMOCRACIA-, 4-11-17)